Corcho: origen, elaboración, tipos, usos y espesores.
Cuando escuchamos la palabra corcho inmediatamente lo asociamos a los tapones de botella. Sin embargo, el corcho se puede encontrar en distintas presentaciones y para distintas aplicaciones.
Algo que es muy interesante sobre este producto, es que existe como tal en la naturaleza, no es invento del hombre, pero claro, sí es del ingenio del hombre el saber darle múltiples usos, y en este caso sin dañar o exterminar el recurso natural.
El corcho se obtiene del árbol de Alcornoque, que se encuentra en países mediterráneos, siendo los principales productores Portugal y España.
Pero,
¿Cómo se obtiene el corcho?
Se obtiene mediante el proceso conocido como la “saca”, que consiste en la extracción de la corteza del árbol. Lo mejor es que no se requiere talar el árbol. El proceso es muy respetuoso, ya que la saca se hace de manera cíclica, no continua y en meses propicios que permiten su regeneración natural, la cual toma varios años. Un árbol de Alcornoque es muy longevo, llegando a tener una vida de 150 a 200 años, y siendo sometido a unas 16 sacas como máximo.
Una de las principales características es que sus células muertas lo hacen muy impermeables.
De la primera capa se obtiene los tapones para botella de vino, se elige lo más selecto. A lo que queda se le da otros usos.
Para los tapones de vino se usa el corcho extraído en la tercera “saca” que es cuando reúne las cualidades idóneas para su uso.
Las planchas de corcho que no cumplen con las características necesarias para convertirse en tapones, pasan a la industria transformadora donde se granula, se aglutinan y se transforman en planchas de distintos espesores para distintos usos. Se pueden encontrar en bloques, planchas, rollos y más.
Se usan en la industria del calzado, y en la construcción. Para pisos y paredes si se quiere lograr un ambiente acústico. El uso más común en la casa u oficina es como pizarra, posa vasos y una infinidad de usos decorativos.
Aplicaciones del corcho
En el mercado podemos encontrar corcho de distintos espesores; 2 mm, 4 mm, 5 mm, 6 mm. Si deseas usarlo para pizarra, te recomiendo el de 6 mm de espesor, ya que las chinchetas tendrán mejor agarre. Por otro lado, si deseas hacer posavasos o trabajos de serigrafía, el de 4 mm sería una buena alternativa. El más delgado de 2 mm puedes usarlo como aislante de ruido o trabajos manuales o crafting.
Cortarlos es bien sencillo, no requieres de herramientas especiales, con una cuchilla y una regla es suficiente, eso sí, hazlo con cuidado. Los delgados de 2 mm pueden ser cortados con tijera. Para instalarlos puedes usar adhesivo tipo terokal, o cinta de doble cara si no habrá mucha manipulación.
Como vemos, los usos son múltiples y la industria del corcho es muy respetuosa de su materia prima. Por nuestra parte, como consumidores también podemos aportar a la sostenibilidad del ambiente consumiendo solo lo necesario y reciclando. Recuerda, el corcho es natural y 100% reciclable.
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